martes, 15 de enero de 2013

La playa de la determinación



Y vi entristecer el mar bajo una fría y densa penumbra, a lo lejos, sobre la orilla de la playa, mis ojos se detuvieron ante la silueta de un hombre inclinado sobre lo que parecía ser un cuerpo inerte tendido sobre la arena, su llanto opacaba el potente sonido impetuoso del mar, soplaba entonces un fuerte el viento y él no podía contener el llanto, sus ojos nublados ...por la tristeza miraban fijos a quien una vez sintió tan vivo, intenta huir, pero se aferra a su amado, intenta respirar, pero lo ahoga su llanto, en su mirada se puede leer la historia de toda una vida juntos, de momentos felices e infelices, sin embargo, él ahora sabe que el tiempo es solo una vana ilusión, donde lo único que lograron fue escribir una historia de incontables decepciones. Se ha despedido muchas veces de él, mas no logra dejar atrás la ilusión del amor, sabe que fue luz entre las sombras de sus días, sabe que fue esperanza en tiempo de agonía, se seca sus ultimas lagrimas e intenta dar el ultimo beso, pero lo retiene el hecho de saber que si sus labios se posan sobre los de él, será la amarga y silenciosa despedida, su pecho se agita, sus manos aun están aferradas sobre el, toma aliento de su misma debilidad por que sabe lo que sucederá, sabe que poco a poco a matado el tiempo con sus lágrimas, la despedida es inevitable, en un respiro largo y silencioso lo mira por ultima vez y se despide de su pobre corazón, que tendido sobre la arena de aquella playa esperaba su ultimo beso, y a la vez se despide de la ilusión que una vez los unió.
Intento cuidar su corazón, pero las fuerzas lo abandonaron y flaqueo su confianza, pensó en darle una ultima oportunidad, pero de nada sirve un corazón muerto y tendido sobre la arena de la decepción, maldijo el tiempo y abrazo su desgracia, miro fijamente al cielo y se hizo uno con su dolor, y entre notas de la despedida aparto el falso drama que rodea a los humanos, mirando hacia atrás recorriendo una y otra vez sobre la estela de sus recuerdos, pensó en tantos momentos donde su corazón y el fueron uno solo, y no dos personas diferentes como lo eran ya, decido no dar mas largas al asunto y acepto su destino.
Escuche entre sollozos las palabras que hicieron estremecer mi piel… miro fijamente su corazón tendido entre las arenas de la esperanza rota y dijo, aquí nos despedimos, no me sirves mas… Se inclino lentamente hacia él y beso sus labios tierna y calurosamente, se levanto, seco las lagrimas de su ennegrecido rostro, acomodó su traje, giro sobre si dando la espalda a su compañero de viaje, y sin mirar atrás emprendió su nuevo camino sin rumbo, camino y camino sin detener sus pasos, sus pies sangraron de dolor, pero la determinación era su nueva compañera, eligiéndola por el simple hecho que al tener la determinación en frente de sus ojos, sus oídos salían sobrando, ya que al dejar a tras en aquella playa muerta a su corazón, sus oídos no tenían una voz que escuchar, logrando así no dejarse llevar ni distraerse por palabras vanas, sino por hechos que aparecieran frente a sus ojos. Y así es como camina ahora con una fría determinación de no dejarse engañar por ningún mentiroso corazón.